Uno de los siete pecados capitales. Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios (CIC 1866)
Soberbia
Del latín superbĭa, la soberbia es definida por la Real Academia Española (RAE) como el apetito desordenado de ser preferido a otros. El concepto puede asociarse a la altivez, el engreimiento, la presunción y la petulancia. Por ejemplo: "El actor mostró nuevamente su soberbia al negarse a saludar a los fanáticos que lo estaban esperando a la salida del canal", "No tiene una pizca de soberbia, pese a que es uno de los artistas más aclamados del mundo", "Si no consiguió el puesto, fue por su soberbia".
La soberbia implica la satisfacción excesiva por la contemplación propia, menospreciando a los demás. El soberbio se siente mejor y más importante que el prójimo, a quien minimiza de forma constante. Por eso se comporta de manera arrogante y suele generar rechazo entre el resto de la gente.
La humildad, la sencillez y la modestia son nociones contrarias a la soberbia. Si a un jugador de fútbol lo catalogan como el mejor del mundo, éste puede comportarse de manera humilde (y declarar públicamente que esas apreciaciones corren por cuenta del público o la prensa y que él sólo trabaja para mejorar cada día) o con soberbia (diciendo que, efectivamente, es el mejor y que sus logros y títulos lo avalan).
Es posible asociar a la soberbia con el orgullo, aunque éste tiene un valor positivo y está considerado como una virtud. La persona puede sentir orgullo por sí misma al reconocer sus éxitos o mejoras, sin que esto la haga sentir superior al resto de los seres humanos. En cambio, cuando ese autoreconocimiento se transforma en soberbia, su objetivo pasa a ser alimentar su ego y su propia vanidad.
Dios te bendiga!
Saludos,
Charo Mori González
email: charomorig@gmail.com
De: Rosario Mori Gonzalez <charomorig@gmail.com>
Fecha: 7 de noviembre de 2011 20:25
Asunto: Soberbia
Para: Claudio Mori gonzales <clagui57@gmail.com>
Soberbia
Uno de los siete pecados capitales. Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios (CIC 1866)
Soberbia
Del latín superbĭa, la soberbia es definida por la Real Academia Española (RAE) como el apetito desordenado de ser preferido a otros. El concepto puede asociarse a la altivez, el engreimiento, la presunción y la petulancia. Por ejemplo: "El actor mostró nuevamente su soberbia al negarse a saludar a los fanáticos que lo estaban esperando a la salida del canal", "No tiene una pizca de soberbia, pese a que es uno de los artistas más aclamados del mundo", "Si no consiguió el puesto, fue por su soberbia".
La soberbia implica la satisfacción excesiva por la contemplación propia, menospreciando a los demás. El soberbio se siente mejor y más importante que el prójimo, a quien minimiza de forma constante. Por eso se comporta de manera arrogante y suele generar rechazo entre el resto de la gente.
La humildad, la sencillez y la modestia son nociones contrarias a la soberbia. Si a un jugador de fútbol lo catalogan como el mejor del mundo, éste puede comportarse de manera humilde (y declarar públicamente que esas apreciaciones corren por cuenta del público o la prensa y que él sólo trabaja para mejorar cada día) o con soberbia (diciendo que, efectivamente, es el mejor y que sus logros y títulos lo avalan).
Es posible asociar a la soberbia con el orgullo, aunque éste tiene un valor positivo y está considerado como una virtud. La persona puede sentir orgullo por sí misma al reconocer sus éxitos o mejoras, sin que esto la haga sentir superior al resto de los seres humanos. En cambio, cuando ese autoreconocimiento se transforma en soberbia, su objetivo pasa a ser alimentar su ego y su propia vanidad.
Dios te bendiga!
Saludos,
Charo Mori González
email: charomorig@gmail.com